En las redes sociales, tu mejor amigo anuncia su emoción de comenzar un nuevo trabajo, pero en la cena, te dice que está nervioso. Tu madre publica una foto de la familia en Navidad, pero lo que no comparte es la historia que hizo que todos lloraran lágrimas de felicidad en la mesa (demasiado personal). Tu hermano publica enlaces a artículos provocadores de noticias políticas porque “más trolls = más compromiso”, a pesar de que ni siquiera le gusta la política. Y tu hermana publica fotos de una vida que en realidad no está viviendo, todo por más “me gusta”.
En algún momento, las redes sociales fallaron.
Como resultado, tratar a las personas y las relaciones como “medios” tiene ramificaciones masivas.
Las redes sociales se han convertido en centros comerciales digitales.
Donde esperabas encontrar a tus amigos, en su lugar encontraste anuncios, bots, me gusta, filtros, personas influyentes, seguidores, información errónea y más. Donde esperabas tener conversaciones significativas, en su lugar te encontraste cayendo por la madriguera de las notificaciones parpadeantes y un feed algorítmico de contenido sin sentido. Donde esperabas un espacio seguro para mantenerte en contacto con tus hermanos, familiares, vecinos y amigos de la universidad, encontraste contenido de personas que nunca antes habías conocido. Todo se siente invasivo, incluso espeluznante.
Las redes sociales se han convertido en el cigarrillo del siglo XXI. Cuanto más inhalamos, más nos enfermamos.
Entonces, ¿a dónde vas cuando quieres compartir algo con las personas que más significan para ti, en línea?
¿Dónde tienes conversaciones verdaderas con personas reales, digitalmente?
Para tener conversaciones privadas con las personas más cercanas a ti, tu única opción ha sido a través de plataformas de mensajería directa 1:1. En la mayoría de los casos, estos mensajes directos viven en redes sociales que todavía están “escuchando”. Menciona cámaras o pesca y de repente los anuncios publicitarios en tu feed cambian. Y mientras chateas de un lado a otro, otras secciones de tu pantalla se iluminan y parpadean como máquinas de lotería, tentándote a hacer clic de nuevo en anuncios y desplazarte más veces. En el mejor de los casos, la plataforma podría ser una app de mensajería independiente, pero sería propiedad de una red social más grande que la usa para extraer los datos de los usuarios
Las redes sociales, tal como están hoy, hacen imposible compartir momentos reales con amistades de verdad.
Creemos que este es un problema masivo, y es hora de ser real.
La primera red de relaciones reales: HalloApp.
Imagina que tus amistades en línea son tus verdaderos amigos.
Imagina que tu feed no está lleno de personas y publicaciones que no te importan.
Imagina desplazarte por momentos significativos y ver lo que quieres ver, y no lo que el algoritmo quiere que veas.
Imagina no ser tratado como un producto.
HalloApp es la primera red de relaciones reales.
Sin anuncios. Sin bots. Sin me gusta. Sin trolls. Sin seguidores. Sin algoritmos. Sin “influencers”. Sin filtros de fotos. Sin “fatiga del muro”. Sin desinformación que se expande como incendio forestal.
A diferencia de las redes sociales tradicionales, creemos que la privacidad es un derecho humano fundamental. HalloApp usa la libreta de contactos telefónicos para conectarte con las relaciones reales en tu vida, y eso es todo. Más allá de eso, nunca recopilamos, almacenamos ni usamos ninguna información personal (no tenemos idea de dónde vives, qué haces para trabajar o qué tan probable es que consumas cierto tipo de contenido). Más importante aún, nunca te mostraremos anuncios. Jamás. En cambio, planeamos ofrecer funciones adicionales a un pequeño costo.
Todos sus chats están cifrados de extremo a extremo, y nadie fuera de tus chats puede leerlos.
No siquiera nosotros.
Nuestra visión en HalloApp es construir un lugar simple, seguro y privado para que las personas se conecten y compartan lo que importa, con las personas que más importan.
Las métricas de participacion son irrelevantes.
Los algoritmos no existen.
Solamente tus relaciones reales en total privacidad.
En HalloApp, eres libre de ser tú mismo/a en línea.